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Entrenamiento de Fuerza en niños

Foto del escritor: Martin Leonel PolverigianiMartin Leonel Polverigiani

Actualmente no existen evidencias científicas relevantes que determinen la edad cronológica para que los pre-adolescentes, inicien un programa de entrenamiento de fuerza. De todos modos, existe un posicionamiento de parte de los distintos profesionales de la salud (Entrenadores, Médicos, Kinesiólogos, etc) e incluso padres que determina que la edad de inicio en el entrenamiento de la fuerza son los 16 años.


Algunos de los mitos en los que basan este posicionamiento son:

Mito 1: Frena el crecimiento del niño

Los huesos en crecimiento se adaptan a las demandas mecánicas, pudiendo alterar sus propiedades y configuración. Un entrenamiento adecuadamente diseñado, fomenta cambios de tensión en los huesos (Por tracción o compresión) y por consecuente una mayor densidad ósea.


Mito 2: Baja concentración de hormonas anabólicas

Hoy en día disponemos de suficiente evidencia para demostrar que las ganancias de fuerza no solo se limitan al entorno hormonal. Mejorar la activación del sistema nervioso, la técnica y el control motor son otros factores importantes.


Mito 3: No aconsejable para niños obesos

El entrenamiento de fuerza en niños, a diferencia de otro tipo de cualidades, despierta el interés de los niños sedentarios y obesos, a los que no les gustan periodos prolongados de ejercicio aeróbico continuo, esto se convierte en un incentivo ideal para animar a estos a la práctica de actividad física y de este modo beneficiarse del los múltiples aspectos que nos brinda.


Mito 4: Se pierde flexibilidad

La realidad es que la perdida del ROM (Rango de movimiento), esta ligada a otros factores, tales como el sedentarismo, la plasticidad de de los tejidos que componen el sistema locomotor, la temperatura, acides e incluso la misma estructura osea.


Mito 5: No cuenta con la maduración cognitiva

Falacia! Ya que el entrenamiento de fuerza no solo es el de pesas “aburrido”, sino que bajo la premisa de F=m x a, los saltos, lanzamientos, transportes, tracciones, empujes etc. Pueden ser recursos importantes a la hora de motivar a los niños.


Claro está por lo anteriormente expuesto que los mitos o afirmaciones en las que sustentan los diferentes profesionales y sus prescripciones de ejercicio en poblaciones pediátrica son carentes de evidencia.


Como dato e invitando a la reflexión, Hoy durante el siglo XXI, estamos atravesando picos históricos de egresados en carreras relacionadas a la salud (Médicos, Nutricionistas, Prof. Educación Física, etc), pero, aun así, a pesar de que con la población adulta parece ser un poco distinto que con la pediátrica, cada vez gana más el sedentarismo y por consecuencia las enfermedades relacionadas a este factor de riesgo y a la mala nutrición.


No queda más que aclarar que la premisa de comenzar el entrenamiento de fuerza a los 16 años carece de cualquier tipo de aval científico, por lo que los especialistas en el tema, recomiendan iniciar el entrenamiento de fuerza pediátrico lo antes posible atendiendo algunas consideraciones:


  • El entrenamiento de fuerza pediátrico debe orientarse principalmente a mejorar la técnica de los ejercicios, no al entrenamiento fisiológico. De tal manera que con el desarrollo biológico la técnica ya no sea una pérdida de tiempo.


  • El entrenamiento de fuerza pediátrico debe orientarse a mejorar todas las capacidades y habilidades de la persona.


  • El entrenamiento de fuerza pediátrico debe orientarse a mejorar posibles desequilibrios posturales tanto estáticos como dinámicos.


  • El entrenamiento de fuerza debe favorecer la mejora de la confianza motriz de los preadolescentes.


  • El entrenamiento de fuerza debe integrar al preadolescente en la práctica de actividad física y generar una conducta positiva hacia la misma.


Por otro lado como profesionales debemos incorporar una estructura de trabajo que nos permita clarificar nuestra trabajo, las graficas que detallo a continuación podrían ser un marco de referencia inicial para el mismo pero siempre entendiendo que cada población representa características, necesidades y gustos diferentes.




Conclusión

Con un adecuado control del entrenamiento y por los beneficios que aporta, siempre que tenga de base las premisas citadas anteriormente, el entrenamiento de fuerza pediátrico, debe iniciarse lo antes posible.


Effects of Resistance Training in Children and Adolescents: A Meta-analysis, Michael Behringer, Andreas vom Heede, Zengyuan Yue and Joachim Mester Pediatrics 2010;126;e1199; originally published online October 25, 2010;


The Youth Physical Development Model: A New Approach to Long-Term Athletic Development, Rhodri S. Lloyd, PhD, CSCS*D1 and Jon L. Oliver, PhD


Lic. Polverigiani Martin Leonel

Sport Scientist & Data Analyst

Especialista en Rendimiento

Docente en Cs. Actividad Física y el Esfuerzo

IAAF | ISAK | AAK | IKO

+54 91123992627

martinpolverigiani@gmail.com

 
 
 

1 Comment


camila.baccaro22
camila.baccaro22
Jun 02, 2022

Muchas gracias por la informacion! Hagan mas vlogs de este estilo.


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